Es simple: liderar es conectar.
Con uno mismo, con los demás y el entorno.
El liderazgo sin conexión es un espejismo al interior de cualquier organización
Profesor RR*
Uno de los colegios al que asistí era muy aburrido, pero muy aburrido. Una escuela pública ubicada en el corazón de la capital. No pasaba nada: clases monótonas, transcribir la materia de la pizarra al cuaderno, pruebas, dictados, notas y así año a año… hasta que llegó a hacernos clases el profesor RR.
Era de mediana edad, de contextura gruesa y pequeña.
Sin embargo, tenía una magia: era una mezcla de contador de historias, un loco de las matemáticas y científico de las cosas cotidianas. Nos escuchaba con atención y sobre la base de nuestras preguntas tenía la habilidad de hacernos comprender cualquier materia. Era un genio. Todos esperábamos sus clases para salir de esa monotonía. Y por un minuto, conseguimos estar interesados y reflexionar. En ese lapso, recibimos una buena educación.
¿Pero por qué RR pudo conseguir esa conexión que sus pares no pueden lograr?
¡Si!. Lo conseguia porque era un gran lider y era capaz de conectar con nosotros. Bueno, ya saben que los lideres que no lograron conectar con sus equipos simplemente no son lideres.
RR poseía la habilidad de conectar en los tres niveles que nos comenta Casandra Goldman en su texto “Liderazgo conectado”, que paso a describir.
Nivel 1 / Conexión con ellos mismos
Él tenía muy claro su “por qué”, su propósito era su vocación. Sus habilidades y fortalezas no las usaba para mirarnos en menos. Las usaba para potenciar lo que a él más lo motivaba: educar. No pasaba materia como los profesores, conversaba, integraba y también admitía que había temas que no los otros conocían completamente. No le importaba ser un sabelotodo. Generaba compromiso y confianza entre nosotros, nos respetaba, pese a que nuestras preguntas resultaron a veces demasiado infantiles (era tercero básico). Las consideraron como un desafío que no lo incomodaba y si alguna de ellas no era capaz de responderlas, se tomó el tiempo necesario para encontrar posteriormente el camino o una respuesta.Se comprometía con nosotros, pero se comprometía de verdad. El estaba conectado consigo mismo.
Nivel 2 / Conexión con los demás
RR escuchaba. No imponía, no mandaba: construía caminos que recorríamos en común en las clases. Decía “¿me explico?, en vez de usar la pedagogía del “¿me entendieron?”. Luego, agregaba, y ¿qué pensáis vosotros? o ¿cómo lo harían ustedes? Mantenía este espacio de conexión con los demás y era capaz -aunque erráramos, aunque no supiéramos la respuesta- de acogernos con compasión, empatía, amabilidad y humanidad. Es curioso, siento que nosotros -pese a ser unos pequeñitos- éramos una gran inspiración para él. Las relaciones de confianza que construía y podía mantener en el tiempo nos hacían sentir seguros, cómodos y sin temor, lo contrario con lo que ocurría con los otros profesores.Para él, saber la materia no importaba tanto como resguardar ese espacio para el crecimiento, sobre todo, de sus estudiantes.
Nivel 3 / Conexión con el panorama general
El profesor RR surgió curiosidad por nuestro mundo de niños y tras un par de años de hacer clases lo escogieron como encargado del área académica del establecimiento. Su experiencia en ambas dimensiones -más el contexto de la realidad que conocían sus estudiantes- le aportaron una visión clara y global del sistema educativo. Entendía cuál era su rol, el de los estudiantes y de los otros maestros en el ecosistema del colegio y podía comprender cuáles eran las dificultades que impedían que los niños pudieran desarrollarse de mejor manera. Con estos antecedentes, más su experiencia que comenzó a acumularse durante años, pudo obtener una sabiduría que le permitió entender lo que era realmente importante para los niños. Luego,
La sola presencia del profesor RR y su habilidad de conexión permitían inspirar confianza en sus seguidores, sentirse escuchados, respetados y comprendidos. Y esto último era posible lo reconocían como un líder capaz de conectar, vieron porque estaban ahí. Pero dicha conexión no solo está referida a la presencia corporal, sino que apunta a poner al centro su compromiso humano y afectivo con quienes lo rodean. Y eso, eso es un líder.
Quién es el profesor RR en las organizaciones
Realmente, hoy en día existen pocos personajes como el profesor RR al interior de las empresas. La buena noticia, es que -pese a ser pocos- son reales y empujan a sus equipos para avanzar en conjunto. Estos últimos, saben que ellos son verdaderos líderes, con los que comparten una conexión verdadera, un compromiso genuino para construir un futuro que les importa.
Actualmente, el paradigma que predomina en nuestra cultura ve al ser humano como máquina de producción. Y el liderazgo que se aplica, es más bien un técnico, centrado en procesos, técnicas y herramientas donde lo más propio y preciado, la humanidad, se pierde en el control a través del miedo que ejerce el que está a cargo del grupo.
Existe otro modelo para entender y aplicar una nueva forma que nos permita salir de la etapa anterior y llegar a un nuevo espacio: es el liderazgo “conectado” (en comillas ya que el liderazgo, por defecto está conectado). Este nuevo paradigma se aleja del concepto “líder como héroe”: el líder individualista que inspira certeza de una manera determinista. ” y entiende su rol como “construir el futuro con otros”. En esta nueva mirada, el ser humano ya no es un recurso para gestionar sino un ser humano a liderar, se lo ve como seres que cuidan aquello que les importa, aparece la conexión como una fuerza que impulsa el compromiso y que permite que se generen resultados de valor.
Nuestra experiencia en consultoría nos demuestra que equipos que lograron cambiar su mirada en torno a lo que el liderazgo es y trabajan en instaurar practicas coherentes con esta nueva mirada, poniendo al ser humano al centro, son organizaciones que terminan obteniendo nuevos y mejores resultados.
*Historia basada en el testimonio real de un alumno de la escuela Francisco Andrés Olea, ubicado en la comuna de Santiago, en Santiago de Chile que cursó desde 1981 a 1984. Homenaje a su profesor, Rubén Rubio. Textos y conceptos escritos por Gabriela Bernal, MBA Pontificia Universidad Católica de Chile y Ernesto Neves, MA in Organizational Psychology, Columbia University. Ambos consultores en liderazgo generativo, Institute for Generative Leadership, EE.UU. y socios en re-genera ( www.re-genera-cl ).